Lead: Crear tu plan de negocio con un pensamiento sistémico e identificar la mejor estrategia para lógralo, siempre será tu mejor opción.
El pensamiento sistémico, como sabemos, es un tipo de análisis que evalúa cómo se relacionan los elementos, tanto internos como externos, de una organización; y cómo estos a su vez, funcionan frente a la búsqueda de objetivos comunes.
Cuando hablamos de generar planes, los retos que enfrentamos son diversos, por ejemplo: al considerar marcos autorreferenciales, es decir, solo elementos que controla la organización, obtenemos una estrategia poco adecuada a nuestras necesidades, puesto que los marcos referenciales sistémicos, son extensos y sin una madurez suficiente se vuelven ambiguos.
Sin embargo, hay tres pasos esenciales que puedes ejecutar antes de desarrollar un plan:
El primero: identificar los elementos en dos variables.
Por un lado, colocamos las variables altamente controlables como son: el negocio existente, el costo, gasto, infraestructura, personal etc.; por otro lado, las variables con margen de maniobra limitado: clientes, entidades gubernamentales, nuevos mercados, crisis locales o globales, etcétera.
Segundo: centrar la mayor participación de la ganancia en los ingresos internos y posteriormente, en los ingresos externos. (Por ingresos nos referimos a lo que provoca mayor flujo, es decir, los detonadores de ahorro y/o crecimiento).
En tercer lugar: identificar la competencia global de la organización, es decir, las capacidades para identificar, cultivar y explotar las competencias básicas.
Todo lo anterior, como te darás cuenta, nos lleva a preguntarnos si nuestro negocio tiene un buen desempeño o la urgente necesidad de reestructurarlo, ordenar y eliminar las capas que lo entorpecen o limitan las posibilidades de crecimiento.
